sábado, 31 de enero de 2015

LA PRÓSTATA

LAS COSAS DE MI AMIGO MANUÉ

Chascarrillos

III


¡Manué, qué mala cara tiene hoy joé!, parece como si anoche te hubieras zampao dos bandejas de ensaladilla rusa con salmonelosis. 
¡Calla picha! que he estao esta mañana en er méico y he salio de allí ma acojonao que Curro Romero de la Maestranza de Sevilla en una corría de Miuras…
¿Y eso quillo?
Anda picha, siéntate y escucha lo que te voy a decí. 
Pos resulta que llevo ya pa dos meses, que me pongo a meá y eso parece el caño de la fuente de Cantarrana en el me de agosto, cada tres segundos una gota, y así no hay manera oiga, que`sque me tiro con er pájaro en la mano media hora pa podé echá las cervecitas der medio día. 
¡Y ya uno, hasta se aburre joé!. 
Se lo conté a mi Lola, entre otras cosas porque estaba ya má mosqueá que un pavo cuando escucha tocá una pandereta. Cada do por tré me preguntaba lo mesmo
¿Qué coño hace en el baño tanto rato Manué? 
¡Ni que estuvieras escribiendo un poema con el muñeco!
Tienes que ir al urólogo pichita ¡que seguro que es de la próstata! 
¿La qué? 
!La próstata¡
¿Y eso que es lo que es, Lola?
Desde luego Manué, lo tuyo son: las cervecitas en el bar, y mirarle el de sentarse a todas las mujeres que pasan delante de él. 
¡Vaya tela el pedazo de intelectual que tengo yo por marío! 
Anda, vete al consultorio y pídele al médico cita para el urólogo, que a este paso vamos a tener que avisar a tu hermano Rafaé, el paleta, y que haga otro cuarto de baño para el resto de los que vivimos en esta casa.
¿Y qué ta dicho el urólogo Manué?
¡Que tengo la protesta como un melón merendaero!
-y que seguramente me tiene que operá-
-y que jacé las relaciones, pos que ya no será como antes-
¿y yo que sé picha, qué cantidá de cosas más m`a dicho er tio ese?.
Me tuvo tirao en una camilla delante de un ordenadó por lo meno tres cuarto de hora, me preguntó una jartá de cosas, hasta que llegó al tema de la bebía y le sorté de un tirón que yo bebía de tó meno agua y trinaranju, que`sque a mi la bebía sin gá y sin arcó no me sentaban mu bien que digamos. 
Entonces er tío se me quedó mu serio mirándome y me dijo… 
Pues mira hombre ya que estamos aquí, le miraré también el hígado ¿a ver que tal?
¡Tiene usted el hígado como un chaval de dieciséis años!
¡Coño Manué!,  ¿eso es bueno, no?
¿Bueno picha?
¿Tú sabe lo que beben hoy día los zagales de 16 años?

!Si están ma tiempo en la botellona que en er instituto¡
¡Beben má arcó, que un burro agua!
Sin ir má lejo picha… er mé pasao, se mató uno aquí en el barrio, en un asidente de moto, lo insineraron, y despué de dos horas, los operarios del crematorio municipá tuvieron que llamá a los bomberos, porque no había cojone de que'r niño s`apagara.

C. Abril C.

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miércoles, 28 de enero de 2015

LA MEDIO RUBIA

LAS COSAS DE MI AMIGO MANUÉ

Chascarrillos

II

Mi amigo Manué siempre fue muy engreido, y con respecto a las artes de la seducción, más aún. Siempre anda jactándose de llevarse al tálamo a las mejores hembras de la ciudad y su periferia. Claro que también es una jartá de roñoso, más por necesidad que por vicio, porque el hombre también pertenece al igual que yo, a la cofradía del “Santo Tieso”.

El otro día, de vuelta del trabajo, cuando ya me disponía a subir para casa, me lo encuentro en la puerta del Videoclub, salía de entregar un par de películas que había alquilado el fin de semana.
Nos saludamos y le dije...
¿Tomamos una cerveza en el bar de Paco?
¡No picha! que tengo que contarte una cosa mu seria, mu profunda y como dice er cocinero ese que sale por la tele, con mucho fundamento, y ahí, en casa Paco, hay más cotilleo que en la pescadería de Rosita!
Así que, aprovechando que mi Lola no está en casa (que sa`caba de ir a la peluquería a que le pongan las mechas de cada siete días) ¡Pa mí que a la joia se las pintan con rotuladó, porque no me explico cómo le duran tan poco tiempo! te invito yo a tomarnos unas cervecitas y der tirón te cuento la urtima conquista.

Subimos a su casa, y nada más llegar, sacó de la nevera un par de latas de 33 centilitros de esas que se compran en el Carrefour a 14 céntimos de Euros, que la importan de no sé qué coño país, a más de 3.000 kilómetros y que no hay cojones de bebérselas como no estén frías como el carámbano. Acto seguido me pregunta el gachó muy serio
¿Quieres vaso o te la bebe a morro?
Yo le iba a contestar que, a una cerveza de importación lo que mejor le sienta es una copa de cristal de Bohemia, pero me pareció una jartá chungo ironizar en aquélla circunstancias.
¡A morro tío! ¡A morro! que si no luego, Lola capaz es de hacértelos fregar…
¡Manué, está que te cagas!
Por cierto, ¿no tendrá por ahí unas almendras tostadas o unos tacos de jamón de esos para tirar? Es que a mi estas cervezas de importación sin acompañamiento me sientan mal…
Se me quedó mirando un rato sin pestañear y me soltó…
¡Pero qué mamón llegas a sé!
Encima que te hago ahorrarte unas convidá en el bá de Paco, que te meto en mi casa, que te cuento lo que a nadie (que esto mío si que es calidá y no las pelis pornos que tiene manolo en er videoclub) y vas tú y te canchondeas de mis cervezas.
¡Escucha con las orejas esas de plástico que tienes!
Ayé me llevé a la cama a una medio rubia que estaba de güena que quitaba er sentio (y te digo medio rubia, porque los únicos pelos que tenía rubios eran los de la cabeza) y no como mi Lola que pa sabé de qué coló tiene er pelo (er de la cabeza) hay que llamá al C. S. I. pa que le hagan una analítica de las de a conciencia.
¿Tú sabes tío qué piernas tenía?
 ¡Madre mía qué piernas!,
¡y qué pechos!
¡y qué culo!.

Y le pregunto…
¿Y de cara qué Manué?
Eso sí, la joia era cara de cojones… 75 Euros me costó.
¡Serás cabronazo!,
¿Y porqué en vez de gastarte ese dineral en revolcarte con la medio rubia, no te compraste unas cervecitas en condiciones? y así ahora, podrías tratar a los amigo como Dios manda!!


C. Abril C.

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lunes, 26 de enero de 2015

EXPERTO EN METEDURAS

LAS COSAS DE MI AMIGO MANUÉ


Chascarrillos

I

¡Güeno picha! te ví'a a contá lo que le sucedió a mi vecino Malospelos cuando andaba de novio con Manoli, la que ahora es su mujé.  Y es quer tio  ese tiene una facilidá enorme en meté… ¡en meté la pata!, porque lo que es en otras meteuras, anda de continuo, rememorando los tiempos aquéllos próximos al “si quiero”.
Que fíjate tú por dónde, una vé que “si quieres”, no metes ná más que la pata, y casi siempre hasta el corvejón, como dicen en mi pueblo.
Unos días antes de firmá el parte de defunción como experto en meteuras, le llamó por teléfono la madre que la parió, -porque aunque no lo creas, a ella (a la que en aquélla época era su novia) a esa, la parió una madre- y le dijo que fuera a su casa, que tenía que ultimá con él, la lista de invitaos y demá jarandazas propias del tan emotivo evento que se avecinaba.
La mu joia, ya le recibió en la puerta de entrada, con meno ropa que la que se está bañando, le zampó dos besos en los cachetes, y sin dá marcha atrá, se le quedó mirando a los ojos, y de un tirón le dijo: que él siempre le había parecio un hombre mu atractivo, que qué suerte tenía su hija, que dentro de tres días ya sería un hombre casao, y que antes de que eso ocurriera, quería darle un revolcón de esos de escándalo.
A continuación se fué pa su dormitorio, pisando el suelo como una gata en una noche de luna llena, y al llegá a la puerta se volvió y le dijo…

¡Malospelos!
¡ya sabes donde está la puerta de salida, si lo que quieres es marcharte!.

Se quedó allí tieso der tó, má tieso que`r bigote d`un Guardia Civí, durante por lo meno tres minutos, después salio corriendo escaleras pa`bajo como alma que lleva el demonio.

Cuando llegó casi sin aliento al coche, se apoyó sobre el capó y  vió al padre que la hizo, -porque aunque no te  crea picha, a ella (a la que en aquélla época era su novia) a esa la hizo un padre. 

Se acercó a él y le suerta er tío joio con cara de satisfacción: que lo que ellos querían es que su hija de sus entretelas, se casara con el hombre apropiao, que se les había ocurrio esta pequeña prueba y que por supuesto él, la había superao con matricula de honó.
Le echó el brazo por el hombro y despué le abrazó sin que pudiera reaccioná. 
Malospelos estaba má temblón que un gato recién salio de una alberca.
Ese día, fué la primera vé antes del “si quiero” que Malospelos pudo meté la pata, güeno la pata y argo má, porque si en vé de tené los condones en er coche, los llega a llevá encima... la meteura hubiera sio de órdago.

C. Abril C.